
En 1974, se promulga la Ley de Fomento Minero, la cual tenía como objetivo prioritario, incentivarla búsqueda de yacimientos metálicos bases, así como también procurar la inversión.
Transcurrido un tiempo de aplicación de esta ley, la actividad minera quedó atrapada en profundas discrepancias, como resultante de la interpretación y aplicación de un marco legal distante de la realidad del país. Fueron estas circunstancias adversas las que impulsaron su organicidad, posibilitando que el 4 de mayo de 1978 tenga lugar la primera junta de creación de la Cámara de Minería del Ecuador.
Dos semanas después, el 18 de mayo de 1978, en las instalaciones del Diario El Tiempo de Quito, se efectuó la primera junta general de la Cámara de Minería del Ecuador, con la presencia de 64 delegados de todo el país, eligiéndose la primera directiva, que estuvo integrada por: Antonio Granda Centeno, Presidente; Juan Moricz Opos, Primer Vicepresidente; Gastón Rúales, Segundo Vicepresidente; Hernán Veintimilla, Luis Barahona, Jorge Manrique, Guillermo Bixby, Gerardo Peña, Walter Camacho, Walter Pico y Guillermo Sotomayor, Vocales; y Guillermo Segarra, Secretario. Tres meses después, el 30 de agosto de 1978, se aprobó el Estatuto de la Cámara de Minería del Ecuador, el mismo que mediante acuerdo ministerial No. 14704, por mandato de la ley fue publicado en el Registro Oficial No.794, del 19 de marzo de 1979, otorgándole vida jurídica propia, como entidad de derecho privado y domiciliada en la ciudad de Quito.
La Cámara de Minería del Ecuador tiene como máxima autoridad a la Junta General de Socios, que está conformada por todos sus miembros activos. Su órgano ejecutivo es el Directorio, que tiene como misión la orientación y dirección de la política institucional.
Dentro de su estructura la Cámara cuenta con una Presidencia Ejecutiva, con la asistencia de un Abogado que actúa como Síndico y con un Departamento de Comunicación Institucional.